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Descubre la Alcazaba de Badajoz: historia y secretos
La Alcazaba de Badajoz es, sin duda, uno de los conjuntos fortificados más impresionantes de España, con un recinto amurallado de más de 6 500 metros y una extensión de 8 hectáreas que la convierten en la mayor alcazaba de Europa . Más allá de sus dimensiones, sus muros rezuman historia y leyendas que atraen cada año a miles de visitantes.
“Es muy grande, gratuita y toda se puede recorrer. Sin duda una gran experiencia que recomiendo a todos los visitantes de Badajoz. Enhorabuena al Ayuntamiento…” tripadvisor.co
Este testimonio, extraído de las opiniones de viajeros en TripAdvisor, refleja la sensación de asombro que embarga a quien recorre el adarve, pasea sus almenas y contempla las murallas que guardaron la ciudad durante más de mil años.
Orígenes y contexto histórico
Fundada en 875 por Abderramán Ibn Marwán sobre un antiguo asentamiento visigodo, la Alcazaba se erigió como ciudadela defensiva en un emplazamiento estratégico: el cerro de la Muela, flanqueado por el río Guadiana y el arroyo Rivillas. Durante la época de esplendor omeya y luego almohade (siglos XII–XIII), sus murallas y torres se reforzaron para hacer frente a las amenazas del reino de León y Portugal.
La crónica recogida en la Wikipedia describe cómo Abd Allah ibn Muhammad, nieto de Ibn Marwán, llevó a cabo la primera restauración en 913, y más tarde, en 1030, Abdallah Ibn el-Aftas convirtió la ciudadela en una fortaleza de piedra y cal es.wikipedia.org. En 1169, bajo el califato almohade de Abu Yaqub Yusuf, la Alcazaba adquirió la mayoría de los lienzos que hoy conservamos.
A lo largo de los siglos, la Alcazaba sobrevivió a asedios, la Reconquista (que la incorporó al Reino de León), guerras napoleónicas y hasta labores de restauración en el siglo XX. Su declaración como Monumento Histórico-Artístico en 1931 salvó gran parte de su estructura, permitiendo que hoy podamos andar por un testigo vivo de la historia de Extremadura.
Arquitectura defensiva: murallas, torres y albarrana
La muralla exterior, de mampostería, ladrillo y sillería, se alza en un trazado ovalado de unos 1 200 metros de lienzo conservado. En su perímetro se abren ocho baluartes —San Pedro, Trinidad, Santa María, San Roque, Santiago, San José, San Vicente y Palmas— además de dos semibaluartes que unen la fortificación con la muralla medieval interior.
Las torres albarranas, exentas y comunicadas por adarves, juegan un papel clave: la más emblemática, la Torre de Espantaperros, con planta octogonal y tres cuerpos diferenciados, sirvió de modelo a la Torre del Oro de Sevilla. Otras, como la del Pendón o la de Calatrava, protegen los flancos más vulnerables y ofrecen miradores privilegiados.
“Vale la pena visitar esta alcazaba que es muy bonita y realmente enorme. Se puede pasear por la muralla y tienes excelentes vistas de la ciudad. Muy tranquilo…” tripadvisor.com.mx
Este comentario de un viajero subraya la magnificencia del paseo de ronda que conecta todas las torres, permitiendo al visitante imaginar cómo los centinelas de antaño vigilaban el territorio.
Legado islámico y huella de la Reconquista
El trazado original de la Alcazaba, característico de la arquitectura militar islámica, incluía un sistema de puertas en recodo —Capitel y Alpéndiz— pensado para ralentizar al atacante y ofrecer puntos de vigilancia continuos. Dentro del recinto se levantó la Mezquita Mayor, cuyos restos estuvieron luego integrados en la iglesia de Santa María de Calatrava, antigua catedral hasta el siglo XIII.
Tras la conquista cristiana en 1230 por Fernando III de Castilla, las funciones del recinto cambiaron: se añadió la barbacana, se reformaron algunas torres y se incorporaron edificios como el Palacio de los Condes de Feria (hoy Museo Arqueológico Provincial). El resultado es un palimpsesto arquitectónico que fusiona sillería romana, visigoda, mudéjar y renacentista.
En el interior, las arquerías y capiteles reaprovechados contrastan con elementos almohades de decoración en encintado. Cada adarve, cada arco semicircular o de herradura, recuerda el crisol cultural que fue la península ibérica.
Leyendas y secretos entre sus muros
Los muros de la Alcazaba no solo guardan historia sino también mitos. La “Puerta de la Traición” o de la Coracha rememora la traición del rey Alfonso Enríquez de Portugal, que intentó huir por ella solo para fracturarse la pierna en la huida y caer prisionero de Fernando II de León.
Otra historia evoca la Torre Vieja, nacida de la obsesión de Ibn Marwán por ser “como estas piedras para vivir aquí eternamente”. De ella dicen que, por la noche, se oye el eco de sus suspiros mientras vela la fortaleza.
“La entrada es gratuita. Se puede recorrer entera por las murallas y almenas. Dentro, la atmósfera casi mística del lugar te hace sentir parte de un cuento medieval.” tripadvisor.es
Así, leyendas y anécdotas convierten la visita en un viaje donde lo real y lo fantástico se entrelazan en cada torre y cada recodo de los muros.
Hallazgos arqueológicos recientes
La Alcazaba sigue desvelando secretos: en abril de 2024 se descubrió un lienzo de muralla perteneciente al alcázar original del siglo XII canalextremadura.es. Esta pieza recuperada no solo amplía nuestro conocimiento sobre técnicas de construcción almohade, sino que también refuerza la hipótesis de que el recinto pudo contar con un primer alcázar independiente del trazado principal.
En 2015, las excavaciones tras la Biblioteca de Extremadura revelaron un palacio taifa y el patio principal del Palacio Gómez de Solís, aportando datos sobre la vida palaciega y su relación con la mezquita. Y en 2022, las obras junto a la Puerta del Alpéndiz sacaron a la luz un barrio residencial almohade completo, con talleres y espacios habitacionales intactos bajo los sedimentos.
Estos hallazgos demuestran que la Alcazaba no es un monumento estático sino un yacimiento vivo, donde cada nueva excavación redefine nuestra visión de la Edad Media extremeña.
Itinerario de visita: qué no perderte
Para optimizar tu recorrido, te proponemos un itinerario de oeste a este:
- Puerta del Capitel (época almohade): punto de partida ideal.
- Torre de Espantaperros: sube hasta el adarve y disfruta de vistas panorámicas.
- Palacio de los Condes de Feria: explora el Museo Arqueológico.
- Puerta del Alpéndiz: observa los restos del barrio almohade junto a sus torres.
- Biblioteca de Extremadura: camina por el Antiguo Hospital Militar y contempla el palacio de Ibn Marwán.
“The Alcáçova de Badajoz, which has nearby a very interesting square, with its facades, and with good restaurants! The entrance is free and we can go through all the walls and battlements.” tripadvisor.com
Con esta guía, no solo verás los puntos imprescindibles, sino que vivirás la fortaleza como los viajeros medievales: recorriendo almenas, descubriendo pasadizos y admirando la ciudad desde lo alto.
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